Diseño con propósito, más allá de la estética o la funcionalidad

El valor que no siempre es visible ni tangible

Diseñar con propósito es mucho más que crear algo que funcione o se vea bien. Es reconocer que cada decisión de diseño —desde un botón hasta un servicio completo— puede generar impacto.

El diseño con propósito parte de una mirada consciente, ética y estratégica: busca crear soluciones que no solo resuelvan problemas, sino que también aporten valor social, ambiental y económico.

Me interesa hablar de este tema porque detrás de los productos y servicios que consumimos cada día, hay algo más que solo vender, debe haber un propósito.

Creo que existe un valor profundo, no siempre visible ni tangible que impacta en cómo nos relacionamos con las marcas, los servicios y las experiencias que elegimos.

El propósito esta conectado con lo que necesitamos de verdad, y no solo con lo que se vende.

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El Triple Impacto (TBL)

Descubrí el concepto de triple impacto o triple bottom line (TBL) que fue popularizado por el británico John Elkington en 1994. Él propuso que las empresas debían medir su éxito no solo en términos financieros, sino también sociales y ambientales. Este enfoque ha sido adoptado y adaptado en el mundo del diseño, especialmente en campos como el diseño estratégico, diseño de servicios, diseño social y design for sustainability.

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Desde entonces he integrado este concepto en mi forma de ver el los procesos de diseño y moverme de forma consciente hacia este marco para colaborar a crear productos, servicios que buscan el bien común sin comprometer los recursos futuros.

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El triple resultado (TBL, por sus siglas en inglés) es un marco de sostenibilidad que gira en torno a las tres P: personas, planeta y provecho económico. Al maximizar los tres resultados, las organizaciones tienen más probabilidades de tener un impacto positivo en el mundo sin dejar de mejorar su rendimiento financiero.

IBM Topics - TBL

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Diseño: no solo es forma, es transformación

Por mucho tiempo, el diseño se ha entendido solo como una herramienta estética, algo que embellece, que hace “más lindo” lo que ya existe.

Pero diseñar no es decorar. Diseñar es pensar, provocar, cuestionar. Es imaginar futuros posibles, crear puentes entre necesidades humanas y soluciones con sentido.

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Hoy más que nunca necesitamos cambiar la perspectiva:

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👉 El diseño no es solo visual, es estratégico.

👉 No es solo para vender, es para transformar.

👉 No es solo para destacar, es para conectar.

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El diseño con propósito tiene el poder de catalizar cambios reales en comunidades, organizaciones y sistemas y llegar de forma positiva a través de sus acciones tanto dentro o fuera de su ambito de actuación.

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Cuando se centra en las personas y se alinea con valores éticos y sostenibles, el diseño se convierte en una herramienta de trasndormación e impacto profundo.

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